En la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro en 1992 se acordó de forma unánime que el desarrollo sustentable no puede lograrse sin la participación de las mujeres y sin la igualdad de género. Aún hoy, 20 años después, las mujeres enfrentan discriminación y continúan demandando por igualdad de derechos, oportunidades y participación.