La experiencia que algunas empresarias exitosas han ganado, es la herramienta que pueden ayudar a otras. La mentoría se da cuando una persona con mayor experiencia en cierta área ayuda a otra con menos conocimientos. En nuestro país este concepto se ha aplicado para lograr que las mujeres y sus negocios sean exitosos.Panamá. La mentoría económica (que asesora negocios) para mujeres ha sido introducida en el país por la Embajada de Estados Unidos a través de la iniciativa Caminos hacia la prosperidad, que busca promover el crecimiento, bienestar y justicia social en 14 países de América.
Este proyecto impulsado por la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, es la base para dos organizaciones que trabajan la mentoría económica para mujeres en Panamá: Brigadas Globales y Voces Vitales.
En marcha.
La directora de educación y entrenamiento de Brigadas Globales, Jackie Hyland, explica que el programa que ejecutan, la Red de Mentoras, comenzó en febrero de este año y dura nueve meses.
Seleccionaron a 10 aprendices, todas del interior del país, de entre más de 50 aplicadoras, y su elección fue realizada por miembros de la Embajada de Estados Unidos, el Cuerpo de Paz, personal de Brigadas Globales y una psicóloga.
“Escogimos a 25 candidatas y vinieron a la ciudad para una entrevista, y de allí salieron las 10”.
Entre las aprendices buscaron aquellas con deseos de superación, que pudieran expresar claramente qué hacen y por qué, sus metas y si comprendían los propósitos del programa.
En cuanto a las mentoras, fueron seleccionadas de la misma manera; Hyland indica que no recibieron tantos formularios de aplicación.
La Red de Mentoras trabaja en conjunto con la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), que brinda capacitación en administración empresarial y otorgó un capital semilla para las aprendices.
Además, han recibido el apoyo de la Asociación Panameña de Crédito, que junto al Banco Interamericano de Desarrollo están formando una base de datos de microempresas en el país.
Los negocios de las aprendices forman parte de esa base y están debidamente inscritos, sean formales o informales, lo que puede ser beneficioso a la hora de solicitar créditos.
Por otro lado está Voces Vitales, cuyo programa de mentoría económica tiene planeado arrancar el próximo mes.
Gisela Porras, presidenta de Voces Vitales, capítulo de Panamá, indica que al igual que Brigadas Globales, comenzarán con 10 aprendices y 10 mentoras.
Para el programa de Voces Vitales se debe tener un negocio establecido que pueda crecer, “pero lo que estamos viendo es que hay muchos emprededores informales, por lo que hemos pedido a Ampyme que los ayude a formalizarse”, indica Porras.
Aclara que el estudio previo a la selección de las aprendices es fundamental. “Hay gente que necesita trabajar para alguien y esto es importante porque no todo el mundo puede ser jefe. Entonces buscamos al aprendiz correcto, que sabemos que va dar resultados si tiene un mentor”.
Líder y voluntaria.
La presidenta de Voces Vitales asegura que los más complicado de estos programas es conseguir a las mentoras.
“Tratamos de asegurarnos de que la persona realmente sea una líder, no se trata de dar órdenes ni de dirigirle el negocio a la aprendiz”, dice Porras.
Para ella, estos programas de mentoría son “un gran programa de voluntariado” y de eso es lo que hay que convencer a las empresarias exitosas del país.
Jackie Hyland, de Brigadas Globales, dice que como esto es nuevo en Panamá, “la mujer puede pensar que no tiene lo que se necesita para ser mentora, cuando puede ser muy buena. Piensa que tiene que resolver todos los problemas de las aprendices y no es así, no es algo que consuma todo tu tiempo”.
Porras indica que para delimitar las responsabilidades de las mentoras y aprendices, Voces Vitales junto a la embajada norteamericana confeccionaron un Manual de Buenas Prácticas, como un código de ética entre la aprendiz y la mentora.
“Por ejemplo, la aprendiz no debe pedirle dinero al mentor ni este dárselo. Si necesitan 10 mil dólares, entre ambas deben buscar cómo conseguirlos.
Hay muchas mentoras que podrán girar un cheque, pero no estarán aprendiendo nada ni la aprendiz ni la mentora”, comenta Porras.
Nell Merlino, presidenta de la fundación Count me in para la independencia económica de las mujeres, quien estuvo en el país cono invitada de la Embajada de Estados Unidos, señala que la mentoría ideal sería un intercambio de contactos y conocimientos.
Y que entre ambas partes se deben determinar metas al inicio de la relación y al final deben haberse alcanzado.
Mujeres de negocios.
Porras y Hyland coinciden en que los negocios de servicios como salones de belleza, venta de comida o catering, son en los que las mujeres más destacan. Merlino dice que estos tipos de empresas son más fáciles de abrir, pero que las mujeres deberían expandirse a otras áreas como la tecnología. En el interior, Hyland también menciona la confección de artesanías, ecoturismo y venta de productos. Además de buscar el negocio que se ajuste a sus habilidades, deben sortear barreras más difíciles que el dinero.
La mujer suele carecer de cierta pericia que el hombre tiene para los negocios, pero goza de armas importantes, dice Merlino, como la capacidad de colaborar y hacer que diferentes personalidades trabajen juntas en equipo.
Por otro lado, Porras indica que “quizás tengamos obstáculos, porque culturalmente tenemos el rol de casa”. “Como la mujer sabe que debe proveer para su familia, es una motivación muy fuerte y debe trabajar para llevar comida a su casa”, dice Hyland.
Añade que también está el concepto arraigado de que ellas no pueden tomar decisiones y les ha ocurrido que un grupo de mujeres toma la decisión y los esposos en casa dicen que no.
Sin embargo, ambas organizaciones cuentan con 20 mujeres dispuestas a superar esos obstáculos.
Voces Vitales Capítulo Panamá: www.vocesvitalespanama.org
Voces Vitales capítulo Argentina: www.vocesvitales.com.ar