La teoría sugiere que más años de educación y mejores oportunidades y salarios en el mercado laboral para la mujer, tienden a reducir el número de hijos y a aumentar la edad promedio en que las mujeres y los hombres tienen su primer hijo[1]. Estudios sugieren que el costo de oportunidad de quedar embarazadas es más alto para las mujeres de alto nivel educativo ya que potencialmente ellas podrían tener ingresos más altos en el futuro[2].Lo interesante en el caso de América Latina[3], es que a pesar de la convergencia de indicadores de educación, de mercado laboral y de la tasa de fecundidad con países industrializados, en vez de aumentar, la edad promedio en que hombres y mujeres tienen hijos se ha reducido con respecto a 1975.
El gráfico 1 muestra, por ejemplo, que en 2007 en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica Ecuador, El Salvador y México, hombres y mujeres tuvieron hijos entre dos a cuatro años más jóvenes con respecto a la edad de los que fueron padres en 1975. En este mismo año, en Colombia, la edad promedio era de 30 años mientras que en 2007 fue de 26.5. En Brasil, en 1975, hombres y mujeres tenían su primer hijo a los 29.5 años, y en el 2007 a los 26.9.
Se esperaría que en 30 años de grandes cambios estructurales en la educación y el mercado laboral para la mujer, esta tendencia convergiera con la de los países industrializados que han aumentado la edad promedio para tener hijos. Por ejemplo, el gráfico 1, muestra que en 1975, los franceses tenían su primer hijo a los 27.7 y en 2007 a los 30.2. La diferencia entre los países industrializados y latinoamericanos seleccionados es de 3 a 4 años.
Gráfico 1. Edad promedio para tener hijos en hombres y mujeres
¿Como explicar, entonces, el patrón latinoamericano? Embarazos en la adolescencia, factores culturales, religiosos y estructurales podrían explicar gran parte de este fenómeno. A pesar de importantes reducciones de embarazos en la adolescencia, América Latina y el Caribe presenta un promedio de 72.3 embarazos por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años. Este número es significativamente más alto que el promedio en Europa (20.4), Este Asiático y Pacífico (18), Medio Oriente (25.6) y está solo por debajo de África Subsahariana (115.2). El caso de Colombia (gráfico 2), muestra que el porcentaje de embarazos en la adolescencia ha aumentado en todos los quintiles de ingreso, pero particularmente entre mujeres adolescentes de altos ingresos.
Gráfico 2. Embarazo en la adolescencia (% de mujeres15 a 19 años que tienen hijos o están embarazadas)
Esta complejidad sugiere que es necesario mirar más allá de los grandes agregados sociales y observar algunas microtendencias del comportamiento sexual en adolescentes, por grupos de edades, quintiles de ingreso, nivel educativo, afiliación religiosa e inclusive sector de residencia. Factores generacionales como la sexualidad en la adolescencia, factores religiosos (ilegalidad, condena social y psicológica del aborto), familiares, psicológicos o culturales, deben ser investigados para explicar estas tendencias. ¿Qué determina la decisión de tener hijos en la región? ¿Son los embarazos en la adolescencia realmente no deseados? Nuestro equipo seguirá analizando este tipo de microtendencias socio-económicas estructurales de la región.
[1] Eckerman-Yarger, J. (2010). School Enrollment and Unintended Pregnancy in Early Adulthood: Preliminary Results from an Online Weekly Survey. University of Michigan, Population Studies Center Research Report 10‐72. [2] Rich, L.M. and Kim, S. (2002). Employment and the Sexual Reproductive Behavior of Female adolescents. Perspectives on Sexual and Reproductive Health, 34: 127-134.[3] Estos datos no incluyen información sobre el Caribe.