Matemática británica (Londres, 1815-1852), cuyo nombre de soltera era Ada Augusta Byron King, considerada la precursora de la informática, y el lenguaje de programación. Su madre había estudiado astronomía, álgebra y geometría. Asistió a clases en la Real Sociedad y en el Instituto de Mecánica, donde recibió una esmerada educación matemática y científica.
Realizó un trabajo fundamental en el diseño de los primeros ordenadores. Se interesó por las ideas de Charles Babbage acerca de una nueva máquina de calcular. Ella intuyó que un proyecto de esa envergadura podría convertirse en realidad y fue una de las pocas personas que creyó en la universalidad de las ideas, preconizada por Charles Babbage. Por esa razón decidió colaborar con él. En 1843, a los 28 años, Lovelace tuvo perfeccionados los planes de Babbage para la Máquina Analítica.
Teniendo la buena fortuna de estar casada con un hombre que la alentó en su progreso intelectual, así como también la ayudó para cuidar a sus tres niños, Lovelace con el tiempo, corrigió algunos de los serios errores del trabajo de Babbagel. Una de sus geniales ideas fue la de que un cálculo grande podía contener muchas repeticiones en la misma secuencia de instrucciones, y notó que usando un salto condicional sería posible preparar solamente un juego de tarjetas para las instrucciones recurrentes. Actualmente lo llamamos un «bucle» y una «subrutina».
Sus ideas fueron extendidas un siglo más tarde por el matemático británico Alan M. Turing en 1937 y por John von Neumann en 1946, ambos fundamentales en el desarrollo de la moderna computadora electrónica digital. La mujer que poseyó tal percepción encontró un final doloroso a los 36 años, enferma de cáncer. En la década de los 80 el Departamento de Defensa de Estados Unidos desarrolló un lenguaje de programación en su honor , al cual nombró ADA.