Las mujeres suelen sentir que el trabajo da forma, estructura a sus vidas, aumenta la confianza, la autoestima, provee estatus y prestigio en sus comunidades. Según lo que investigó Trabajando.com el 74% de las mujeres inactivas que quieren volver a trabajar consigue hacerlo, el 40% retorna a trabajos profesionales de tiempo completo. El 24% opta por tomar trabajos de media jornada, y solo el 9% se convierten en independientes.
Las mujeres toman vías de escape por períodos de 2,2 años en promedio. Sin embargo, aún estas interrupciones relativamente cortas en sus carreras incurren en duros castigos financieros. Las mujeres pierden en promedio 18% de su poder generador de ingresos cuando toman una vía de escape. Las mujeres que pasan tres o más años fuera de la fuerza laboral pierden un 37% de su poder generador de ingresos.
Algunas mujeres no requieren horas de trabajo reducidas; sólo flexibilidad respecto de cuándo, dónde y cómo realizar su trabajo. Por eso, 64% de las encuestadas cita los arreglos flexibles como muy importantes. Las mujeres calificadas consideran que la flexibilidad es más importante que el salario.
Hay una percepción de que se castiga a las personas que aprovechan las políticas de vida laboral. El trabajo a distancia parece ser el más estigmatizado, seguido del trabajo compartido y la media jornada.
Respecto de los arreglos laborales flexibles en general, se dice que existe una regla no escrita que afirma que las personas que usan estas opciones no serán ascendidas. Las políticas de permiso maternal son más respetadas.