Los niños cuyas madres se reincorporan a la vida laboral antes de que ellos tengan tres años no son más propicios a tener problemas académicos o de comportamiento que los niños cuyas madres se han quedado en casa. Esto es lo que revela la revisión de 50 años de investigaciones realizada por científicos del Macalester College en St. Paul (Estados Unidos). El metanálisis comprendió 69 estudios realizados entre 1960 y 2010.
Asimismo, la revisión reveló que, para algunas familias, que la madre trabajara resultó mejor para los niños. Por ejemplo, hijos de familias monoparentales o de familias de bajos ingresos cuyas madres trabajaban tuvieron un mejor rendimiento académico, una puntuación mayor en inteligencia y menos problemas de comportamiento que los niños cuyas madres no trabajaban.
Los investigadores señalan que esto podría deberse a que gracias al trabajo de las madres en estos casos habrían aumentado los recursos en los hogares y, con ellos, se habría reducido el estrés familiar y se habrían aumentado las oportunidades de los hijos.
Según los autores de la investigación, ésta sería la primera revisión sistemática e integral sobre el trabajo materno durante los primeros años de vida de los hijos, y sobre su efecto en ellos, específicamente en el rendimiento escolar, en la inteligencia y en el comportamiento de los niños.