Una pareja de treintañeros en crisis, un departamento de una sola habitación en Los Ángeles, un gato que habla, sueños realizados y emociones que adquieren la forma extravagante de una camiseta amarilla. Son estos los elementos de la película The Future de Miranda July, quien asegura que con sus imágenes quería «captar una sensación». July conquistó el éxito con su primera película, Tú, yo y todos los que conocemos. Ahora está en Berlín para presentar su segunda obra cinematográfica, que ya fue aclamada en el Sundance Film Festival.Una pareja de treintañeros en crisis, un departamento de una sola habitación en Los Ángeles, un gato que habla, sueños realizados y emociones que adquieren la forma extravagante de una camiseta amarilla. Son estos los elementos de la película The Future de Miranda July, quien asegura que con sus imágenes quería «captar una sensación». July conquistó el éxito con su primera película, Tú, yo y todos los que conocemos. Ahora está en Berlín para presentar su segunda obra cinematográfica, que ya fue aclamada en el Sundance Film Festival.
The Future es la historia de una pareja en crisis, en la que ambos tienen trabajos que no les satisfacen. Para superar el momento de parálisis creativa y emocional, el matrimonio se decide a adoptar un gato. El filme narra cómo las vidas de dos personas y sus proyectos creativos pueden verse subvertidos por una relación de pareja, por el miedo o por el paso del tiempo, simplemente. No es lo que le está pasando a Miranda July en su vida de personal, pero representa de alguna forma un miedo que siempre tuvo: el de llegar a un momento en el que ya no lograse hacer lo que le gusta. «Mi carrera coincide verdaderamente con mi vida», cuenta Miranda July, sentada en una sala del Berlinale Palast, vestida con una elegante camiseta color marfil y una corbata negra. !Es espantoso pensar en lo que podría pasar si me bloqueara a tal punto de no poder seguir haciendo lo que tenía pensado».
No es una película autobiográfica. Ha sido concebida sin embargo en un momento particular de la vida de July, en el que se casó con su actual marido, el director Mike Mills, y reflexionó acerca de las relaciones y de la posibilidad de que esas se estanquen. «Nada de lo que ocurre en la película ocurrió en mi vida real, pero justo antes de escribir el guión encontré quien se convertiría en mi marido. Nuestra relación es totalmente distinta a la de los personajes de la película pero entonces empecé a pensar acerca de lo que significa el compromiso con una persona. En el filme hay mucho de mi vida de los últimos cinco años».
No quería escribir una historia real, «la situación es más simplificada que en la realidad y hay cosas totalmente surrealistas como el gato que habla, pero lo que me interesa es que capte las emociones», subraya July. Una camiseta amarilla, que se mueve sola en medio de los actores, representa una de estas emociones que la directora quería transmitir.
July aparece como una mujer fuerte y muy determinada, a pesar de su apariencia grácil e indefensa. Se mueve en un universo afortunado poblado por figuras femeninas igualmente determinadas, como su madre o como su mejor amiga Johanna Fateman, del grupo musical Le Tigre, quien «tuvo un papel fundamental en mi desarrollo artístico simplemente por empujarme a seguir», recuerda July.
«Creo que las mujeres son perfectas para hacer el trabajo de dirección de una película simplemente porque saben hacer varias cosas a la vez», reflexiona la directora, «pero para llegar al punto en que recibes el permiso y la financiación de un proyecto hay varios pasajes que son poco agradables para las mujeres». Asegura que se siente incomoda frente a la actitud de muchas mujeres hacia el feminismo: «Creo que hay todavía necesidad de luchar. En el mundo donde vivimos ahora es necesario seguir presionando para los derechos de las mujeres. Me entristece profundamente que haya mujeres que sienten vergüenza frente al feminismo».