Según la lista Fortune 500, sólo hay 12 grandes compañías dirigidas por mujeres; pero lo que es peor aún es que una cuarta parte de las empresas no posee ninguna mujer en sus consejos. Margie Warrell, de la revista Forbes, asegura que esto es negativo no sólo para las mujeres sino también para los negocios y elabora una pequeña lista con los cambios que mejorarían la actitud de la mujer directiva.Las mujeres se gradúan de tres a dos veces más rápido que los hombres y representan casi la mitad de la fuerza laboral. Las mujeres aportan puntos de vista diferentes a los de los hombres, los complementan y su resultado mejora las decisiones que se toman. Sin embargo, observando el número de mujeres que han subido al peldaño más alto de la escalera corporativa en las empresas de Fortune 500 se detecta rápidamente que, a pesar de los avances de los últimos cincuenta años, las mujeres todavía tienen un largo camino por recorrer. Ellas tan sólo dirigen doce compañías de la lista Fortune 500, pero aún más sorprendente es que una cuarta parte de las empresas no tiene a ninguna mujer en sus consejos.
Motivos para la ausencia de mujeres en los consejos
Hay múltiples y complejas razones. Cuando los hombres están ganándose el liderazgo, muchas mujeres ya están teniendo hijos. Y mientras que un número creciente de mujeres optan por seguir persiguiendo su carrera, muchos otros elige optar por el acto llevarlo todo: hijos y trabajo. No hay nada intrínsecamente bueno o malo en una u otra opción. Por lo menos ahora las mujeres pueden tomar una decisión.
Autoconsciencia
La expericia del autor con las mujeres en el trabajo de dirección lo ha llevado a creer que muchas mujeres aún sin saberlo, se detienen a través de sus propios pensamientos. Las mujeres tienen que desafiar con valentía los contrapiés laborales y ser conscientes de las acciones que están dispuestas a tomar para hacer crecer su capacidad de liderazgo.
Mentalidad de liderazgo
Según como nos veamos, nos verán. Debemos crear una visión del tipo de impacto que queremos ejercer en los demás. Para la expansión de nuestra visión de liderazgo es necesario desafiar los estereotipos de liderazgo. Las mujeres tienen que pensar en grande para ser grandes.
Perseverancia y autoexigencia
Cuanto más alto se sube, más nos exigimos. Debemos hacer y exigirnos aquello que esté sobre nuestro control, para poder responder mejor a los que no podemos saber.
Hablar con franqueza
Las mujeres, están más en sintonía con las emociones de los otros, generalmente son fuertes en muchas de las dimensiones de la inteligencia emocional, pero son menos propensas que los hombres a pedir lo que realmente quieren. El hecho de que los hombres tengan una visión más clara de su carrera a largo plazo pueden explicar parte de esto. Hay que hablar con franqueza. Muchas mujeres tienden a sentirse menos seguras a la hora de expresar su opinión si creen que pueden crear confrontación.
Sí, las mujeres son grandes líderes. Y en el mundo de hoy, los atributos que las mujeres aportan al liderazgo son más valiosos que nunca, tanto para los individuos, como para las familias y organizaciones, y en un contexto más amplio, para la justicia social y la prosperidad económica. A medida que más mujeres asciendan a los peldaños más altos del poder, veremos que las ellas no serán cambiaran por el poder, sino que se cambiar la naturaleza del mismo. Y esto no sólo será bueno para las mujeres en Estados Unidos sino que será positivo para la gente que comparte su vida con el resto del mundo, desde Nueva York a Nueva Guinea, Afganistán o Etiopía.