Creo que el Día Internacional de la Mujer, es un día apropiado para hacerse preguntas, a solas… o con otros.
Al menos yo me las hago.
¿Cuál ha sido mi propia evolución como mujer desde niña?
Mi infancia, mi adolescencia, mi juventud, mi madurez… ¿qué pasó con el concepto de lo femenino, de lo que era ser una mujer femenina en mi vida?
Si yo tomo la frase de Simone de Beauvoir: “No se nace mujer, las mujeres se hacen”. O sea, las mujeres somos fabricaciones sociales, culturales, religiosas, ideológicas y políticas.
Somos el resultado de muchas leyes y mandatos que pesan sobre nosotras, construcciones, demoliciones, derrumbes, re construcciones, recreaciones. Nos reciclamos. Mutamos. Estamos en constante transformación. Revolucionamos.
Somos lo que hicimos con nosotras.
Somos lo que hicimos con lo que otros/otras, hicieron con nosotras.
¿somos a nuestra imagen y semejanza?¿nos parecemos a nosotras mismas?
¿Somos parecidas a esas mujeres que queríamos o queremos ser?
¿Me parezco a esa que quise y quiero ser?
es un buen día para mirarse al espejo, adentro y afuera, de arriba abajo, con lucidez, inteligencia, con compasión, con críticas, con deseos de comprender
¿qué hicimos con nosotras?
Me gustan estas preguntas, me incitan a un balance de mi propia historia como mujer. Desde antes de mi nacimiento, ya existía una historia familiar en la que caí sin elegir. Después sí elegí. ¿Y qué elegí, qué elijo ahora para mí?
Escribo mientras reflexiono. Liliana Mizrahi