En un clima de apertura y respeto, CNSmujeres, presentó el pasado 22 de marzo ante el Ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker y la Directora de Inmujeres, Beatriz Ramírez, un nuevo monitoreo a las políticas públicas de género del país a partir de los compromisos y los objetivos establecidos en el Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos (PIODNA).En esta oportunidad, CNSmujeres optó por conocer cómo se ha avanzado en cuatro áreas: trabajo remunerado y no remunerado e inclusión social; salud, derechos sexuales y reproductivos; violencia hacia las mujeres y participación política. Asimismo, presenta una novedad respecto a los anteriores de esta institución ya que pone la lupa sobre el interior del país, particularmente sobre los departamentos de Maldonado y Salto.
Milka Sorribas, Coordinadora ejecutiva de CNSMujeres afirmó que el monitoreo «está en el ADN» de esta institución que reúne a más de 50 organizaciones de mujeres y feministas del país. Valora de esta experiencia de control ciudadano, además de la información objetiva relevada, el fortalecimiento de la capacidad de incidencia de las mujeres y sus organizaciones. Para Sorribas, robustecer la base argumental de quienes están dando la pelea diaria por la igualdad de género ha sido un elemento fundamental. Destacó la apuesta institucional que ha representado mirar y trabajar con el interior del país, ya que es ahí donde hay más carencias en la información sobre igualdad de género.
El monitoreo, que fue coordinado por Karina Batthyány (Facultad de Ciencias Sociales/UDELAR) y Graciela Dede, contó con el apoyo de ONU Mujeres y del Fondo de Población de las Naciones Unidas. Para Batthyány, una de las conclusiones más claras es que han sido sustantivos los avances que en materia de género durante el período 2007/2011, tiempo que toma el monitoreo. Sin embargo, para la investigadora, muchas de las leyes que han sido aprobadas en dicho período no se han traducido en acciones concretas, cosa que se vuelve más difusa en el interior.
Durante el proceso de control ciudadano que se realizó en los departamentos de Maldonado y Salto, se pudo constatar una gran ausencia de la mirada de género por parte de las personas que están llevando delante políticas públicas, ejemplificado esto a través del significativo nivel de desconocimiento del PIODNA.
En torno a las áreas relevadas, sobre participación política se detectó en ambos departamentos importantes dificultades para comprender la significación de las políticas de afirmación positiva por parte de los actores políticos. En este sentido, se constató grandes resistencias a la implementación de cuotas. Como un debe, también se señaló lo reducido de los espacios reales y efectivos de participación de las mujeres. Tanto en Maldonado como en Salto las mujeres no cuentan con herramientas claras para incidir en los procesos y servicios que las afecta en tanto ciudadanas o usuarias de servicios públicos.
Otra debilidad detectada fue a nivel de los presupuestos públicos: no se pudo acceder a nivel departamental a información desagregada por sexo, lo que hace muy difícil contabilizar cómo el dinero público es distribuido entre los y las ciudadanas. Finalmente, la violencia contra las mujeres sigue siendo un área crítica. Por más que se han constatado grandes avances siguen siendo insuficientes. Se requiere mayores claridades sobre cómo implementar las respuestas necesarias.