Los rezagos de las uruguayas en el ejercicio del derecho a la participación política y en el de decidir sobre su propio cuerpo quedaron en evidencia en informes que recogen estos indicadores, presentados por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y las Naciones Unidas.El estatal Inmujeres dio a conocer el pasado 28 de octubre, a través de su Sistema de Información de Género, las estadísticas de género 2010: «Haciendo visibles las desigualdades para la elaboración de políticas sociales», en una jornada durante la cual se presentó el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe de CEPAL.
La autonomía física, evaluada en el marco del Observatorio regional de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, refiere la capacidad de las mujeres de «decidir sobre la salud reproductiva, ejercer libremente la sexualidad y gozar de la integridad física en una vida libre de violencia».
En tal sentido, Uruguay presenta, dentro de los países que cuentan con datos sobre el tema, una de las tasas más altas de muerte de mujeres ocasionada por su pareja o expareja: 0,60 por cada 100.000 habitantes, lo que la ubica en el segundo lugar después de República Dominicana.
Asimismo, respecto a la autonomía económica, Uruguay muestra la menor proporción de mujeres sin ingresos propios de América Latina (18,5 por ciento frente a la media regional de 31,5). Sin embargo, este índice dentro del país se comporta tres veces mas alto que en los varones.
En cuanto a la relación estudio-acceso a puestos mejor remunerados, las uruguayas con 16 años de estudio o más, cobran el 77 por ciento de lo que perciben los varones con igual formación.
Al mismo tiempo, y si bien la tasa de desocupación en Uruguay se encuentra en un récord histórico del 5,9 por ciento, la desagregación interna sigue mostrando desigualdades de género. Si en el caso de los varones es de un cinco por ciento, en el de las mujeres ese porcentaje es de nueve, según datos elaborados por el Sistema de Información de Género del Instituto de las Mujeres.
Subrepresentadas
Por otro lado, y respecto a la posibilidad de acceso a la representación pública y la toma de decisiones, el Observatorio de Igualdad de Género precisa que la proporción de mujeres en el gabinete ministerial en Uruguay se encuentra entre los niveles más bajos de la región (14,3%), y algo similar sucede con la representación parlamentaria.
Esto, a su vez, en un marcado descenso desde el anterior gobierno a esta parte.
Cabe destacar que el país cuenta con una ley de cuotas que será aplicada únicamente en 2014 para la elaboración de las listas, y que exige que cada tres integrantes, uno al menos sea de distinto sexo.
Ambas herramientas, el Observatorio a nivel regional y el Sistema de Información de Género de Inmujeres a nivel local, tienen como objetivo ser insumos para la realización de «políticas sociales con perspectiva de género».
Los aspectos centrales de análisis del estudio desarrollado por Inmujeres, son: el contexto demográfico, la educación, el trabajo, la violencia basada en género, las especificidades de la población afro y la participación política de las mujeres.
Beatriz Ramírez, directora del Inmujeres, destacó la importancia de desagregar los datos estadísticos para «visibilizar las desigualdades», y posibilitar el diseño y la construcción de una reforma social que las tome en cuenta.
Según Ramírez, «los hogares uruguayos no distribuyen equitativamente» ni sus ingresos, ni el uso de su tiempo, y esto es fundamental a la hora de pensar una reforma social que sea igualitaria.